La "COVID persistente" es una nueva enfermedad, que pueden desarrollar personas que han sufrido COVID-19, independientemente de cómo haya cursado la infección. Según los datos de que se dispone hasta el momento, los síntomas más frecuentes son el cansancio, dolor general, dificultad para concentrarse y falta de memoria, pero también puede presentar síntomas psíquicos, como la depresión, la ansiedad o el insomnio, y otros de tipo cardiovascular. Normalmente la COVID persistente presenta una duración de 3 a 6 meses, tras padecer la fase aguda, pero algunos síntomas pueden prevalecer durante más tiempo.